En las imágenes, del mismo modo que en las calles de Barcelona, se aprecian pluralidad de perfiles; parejas, familias y amigos, todos ellos de distintas edades y con diferentes historias detrás, visten looks de la firma adaptándola a sus estilos.

Las emociones que se respiran en la campaña son la espontaneidad, la amistad, la sinceridad… adjetivos que describen gente normal, habitantes de la ciudad que podrían ser de cualquier parte; rostros que expresan uno de los valores clave de la marca, que además comparte con Barcelona: la diversidad.

No es la primera vez que la marca escoge una ubicación en España para una campaña. Para primavera/verano 2018 American Vintage viajó desde la Costa Azul marsellesa hasta la isla canaria de Tenerife, donde inmortalizó unas bonitas imágenes en las orillas de sus playas.

Ahora lo ha hecho en las calles de la Ciudad Condal, una ciudad mediterránea y cosmopolita como lo es Marsella, donde el empresario Michaël Azoulay fundó la firma en el año 2005.
Por esta similitud entre ambas ciudades, Barcelona ya había estado anteriormente en el punto de mira de American Vintage, habiendo sido un punto clave en su proceso de expansión internacional.


Años antes de la producción de esta emotiva campaña, en el año 2013 inauguraba la que sería su primera flasgship en nuestro país, en el número 118 de la emblemática Rambla de Cataluña.

Desde entonces, la firma marsellesa ha ido abriendo tiendas en diversos puntos de nuestro país y hoy, 9 años más tarde, España representa para American Vintage uno de sus principales mercados extranjeros, contando con tiendas propias en ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Bilbao, Puerto Banús o Palma de Mallorca, donde en la que la firma abrió la pasada primavera, la primera tienda en nuestro país sólo para hombre, del mismo modo que llevaba haciendo en Francia varias temporadas.
